Santa Fe de Guanajuato
Teniendo fe, lo tengo todo

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SAN MARTÍN CABALLERO.

 
 


FIESTA: 11 de noviembre

 

Martín de Tours, nació en Hungría hace casi 1700 años, allá por el año 316. Recibió su educación en Pavía, Italia, y aunque se sentía inclinado por la Religión, su padre que era tribuno militar, lo forzó a entrar en la guardia imperial romana a la edad de 15 años, en la que sirvió a caballo, primero en Italia y luego en Galia (hoy Francia); de allí le vino el apodo de “Caballero”.
Cuando contaba con 21 años, un frío día de invierno entra la tropa romana a la ciudad de Amiens, Francia, y Martín encuentra cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío, a quien da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto.
Martín decide entonces dejar el ejército romano y servir a Dios, lo cual no puede hacer de inmediato, al negarle su licencia de retiro el emperador, el César Juliano. Cuando las legiones romanas se alistaban para entrar en combate contra los invasores bárbaros, Juliano pasaba delante de las legiones alineadas en perfecto orden, dando un incentivo económico a cada soldado. Aproximándose a Juliano, Martín le dijo: "Hasta ahora, César, he luchado por ti; permite que ahora luche por Dios. El que tenga intención de continuar siendo soldado que acepte tu donativo; yo soy soldado de Cristo, no me es lícito seguir en el ejército".
Juliano no permitiría entre sus tropas ni la deserción ni la disensión. Lo podría mandar a ejecutar, pero Martín era apreciado por los soldados y hacerlo bajaría la moral y ocasionaría descontento en la tropa en la víspera de la batalla, por lo que prefirió desacreditar a Martín diciéndole con voz potente: "Los bárbaros nos atacarán mañana y hemos de responder con contundencia, la seguridad del Imperio peligra. Tu actitud, querido Martín, parece que está más motivada por el miedo que por tus convicciones religiosas. Dices ser cristiano, es decir, cobarde. Tienes miedo de enfrentarte al enemigo".
Lleno del Espíritu de Dios, Martín respondió: "Mañana, al amanecer, cuando sitúes tus legiones en orden de combate, déjame en primera línea, sin armas, sin escudo y sin casco y me internaré tranquilo en las filas enemigas. Así te probaré mi valor y mi fidelidad y te demostraré que el miedo que tengo no es a morir sino a derramar la sangre de otros hombres".
Así se acordó. Increíblemente, por la mañana los bárbaros pidieron la paz y se rindieron. Las crónicas oficiales anotaron que los bárbaros no se atrevieron a enfrentarse a la pericia militar de Juliano. Pero algunos legionarios afirmaron que lo que realmente les espantó fue el haber sabido, gracias a sus espías, que los romanos estaban tan seguros de la victoria que había soldados que acudirían al combate sin armas. Juliano no tuvo más remedio que permitirle a Martín dejar la vida militar.
Inmediatamente después, Martín se bautiza y se une a los discípulos de San Hilario en la ciudad de Poitiers. Al cabo de unos años se retiró a una pequeña isla cerca de Génova, llevando una vida de silencio y austeridad, como ermitaño. Pero San Hilario le pidió que regresara a Poitiers y allí fundó un monasterio.
En el año 370 es consagrado obispo de Tours (Francia). Fundó otro monasterio y luchó contra el paganismo, la adoración a falsos ídolos y contribuyó especialmente en la divulgación de la fe cristiana, aunque esto no siempre le fue fácil. Tuvo en contra a todas las personas amantes del lujo, encontró a personas pobres de fe que lo atacaron, pues no veían con buenos ojos aquella vida de austeridad y santidad.
Falleció en Candes, Francia, en el año 397, a la edad de 81. Es patrono de los soldados, tejedores y fabricantes textiles. Patrono de Francia, de Hungría y de las ciudades de Utrecht en Holanda y Buenos Aires, Argentina, entre muchas otras. Santo muy venerado en todo el mundo, tiene bajo su patronazgo miles de parroquias a lo largo de Europa y América Latina.
La imagen de San Martín Caballero, es una pintura al oleo que aun se encuentra en su marco original, se cree que fue pintada por algún artista mexicano para algún español, dados los rasgos faciales Mexicanos y las plumas;  así como la vestimenta de San Martín marcadamente española. La imagen ha sido retocada dos veces solamente. Esta imagen se considera como única.
Según cuentan los originarios de la pequeña comunidad de Terreros del municipio de Dolores Hidalgo en el bello estado de Guanajuato, hacia el año de 1776,  según versión de algunos, y alrededor de 1800 según la versión de otros, la fecha a ciencia cierta es insegura; se dice que una pareja de humildes campesinos provenientes de Dolores Hidalgo, transitaban con rumbo a las bastas tierras del bajío, para conseguir  semilla para sembrar, puesto que en esta área del estado de Guanajuato,  era difícil conseguir semilla de calidad y a precio justo y después de varios días de caminar arribaron a Terreros perteneciente a la hacienda de manantiales, donde la familia Torres les brindo posada por unos días, aquel matrimonio vio aquella pareja traían envuelta celosamente en una manta la imagen de San Martin Caballero, por lo que les propusieron un trato: “nosotros les prestamos una nega de maíz (equivale a un costal de 50 kg) y en cambio nos dejan en calidad de préstamo la imagen de San Martin Caballero, cuando nos repongan el maíz, nosotros les devolvemos la imagen”; la pareja sin pretexto acepto y quedaron de regresar, marchando de regreso a sus tierras.
Paso el tiempo pactado  y la pareja no regreso, los Torres pensaron, quizás el año entrante, sin embargo paso un año más  y otro más y nada, con el paso de los años la imagen comenzó a mostrar su influencia Divina y la devoción por parte de los lugareños fue creciendo hasta convertirse en el patrón de la comunidad, sin embargo los milagros fueron aumentado mas y mas, convirtiendo San Martín Caballero a Terreros en su morada definitiva.
Es en el tiempo de la guerra cristera, cuando los violentos combates alcanzaron estos lares, cuando san Martín Caballero, vuelve a mostrar su piedad infinita, pues según cuenta los habitantes del lugar cuando los combatientes de las guerras cristeras bajaban a las comunidades de esta zona y robaban, mataban, secuestraban a sus mujeres, en fin todas las barbaries propias de la guerra, la gente tenía que esconderse en la cuevas para mantenerse a salvo, esta comunidad sin embargo  nunca fue tocada, a diferencia de las cercanas.
Se cuenta también que para un día 10 de Noviembre los trabajadores de la hacienda de manantiales, piden permiso para celebrar a San Martín en su día (11 de noviembre), sin embargo el escéptico patrón les niega el permiso, diciendo que primero el trabajo y luego la devoción, por quizás casualidad de destino o castigo divino, el patrón al día siguiente, amanece con moretones por todo el cuerpo, todos llevan la forma de herradura de caballo, por lo que el atemorizado patrón accede a dar permiso a sus trabajadores para festejar a San Martín, volviéndose desde entonces seguidor suyo.
Otro milagro se cuenta que ocurrió cuando la pequeña capilla fue insuficiente para atender a sus fieles y es cuando el padre Mata, se propone a crear el actual templo, cosa que es digna de admirar, pues por la zona en la que se encuentra y la pobreza de la misma hacían del sueño del padre Mata una misión imposible, dada la dimensión del templo pretendido; comenzándose la construcción en el año de 1943, improvisándose una pequeña capilla para seguir venerando la imagen, derrumbando la primera y reutilizando aquel material para la construcción de la actual.
Siendo así que corriendo el novenario de San Martín, de cada una de las comunidades cercanas, durante los nueve días del novenario se llevaba una imagen ya sea de San Martín o de algún otro santo, y estas permanecían acompañando a San Martín durante todo el novenario, mas por extraña obra del destino ese día en un cuarto contiguo a la improvisada capilla, la pólvora que se guardaba para el festejo se quemo, provocando un espectacular incendio, causando la tristeza y conmoción en quienes presenciaron tal desastre, quienes imposibilitados de combatir el incendio, por las constantes explosiones de pólvora se fueron resignando. Finalmente cuando el fuego cedió amargamente vieron como todas las imágenes de religiosas se habían quemado, menos el oleo original, el cual solo tenía una pequeña mancha en la tela por la parte de atrás.
Uno más de los milagros fue en plena construcción de una torre, un albañil se dice de pronto cayo de su andamio de una altura aproximada de 20 metros y no sufrió ninguna fractura, solo se dice leves rasguños.
Finalmente en el años de 1963 el padre Mata ve realizado su sueño se concluye el templo a san Martin caballero, años más tarde ante la creciente devoción de sus fieles y los innumerables favores, el templo se convirtió en santuario.
Actualmente el templo esta bajo la tutela del seminario de Celaya y lo recaudado sirve para la manutención del seminario y del mismo santuario, permanece abierto todos los días y las misas se ofician los días domingo en los horarios de 11:00 y 13:00 horas.
Desde hace unos meses a la fecha, se habilito una capilla donde los fieles pueden ir a dejar sus agradecimientos a San Martín caballero, Obispo de Tours o bien alguna petición en especifico; también hay libros de visita donde los fieles agradecen de propia mano los favores recibidos.

 


 

Novena a San Martin Caballero
 

V. por la señal de la Santa Cruz,
R. De nuestros enemigos líbranos señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

 

Acto de contrición.

 

Amabilísimo Jesús, Pastor bueno; a tus pies esta la descarriada oveja, que vuelta a tu redil clama por el perdón de sus descarríos: pequé, Señor, piedad; Padre amoroso, clemencia; si mis culpas son enormes,  tu misericordia es infinita; esa sangre que me lave de todas mis inquietudes; si pos el pecador padeciste y moriste, acata aquí el mayor de ellos; perdón clama, válgale por sagrado tu dolorosa pasión, los meritos de María Santísima, y la intercesión de tu glorioso confesor San Martín, para por ellos ser perdonado y gozarte en la triunfante  Sión. Amén.

 

Primer día:
 

Glorioso Martin, que conociendo lo caduco de los bienes terrenos, despreciando los honores y la milicia de los emperadores por seguir las banderas del Rey del cielo y disfrutar de las delicias celestiales, te hiciste catecúmeno, para poder entrar en el gremio del crucificado y pelear contra los enemigos de la fe: ruegote, Santo mío, me concedas el que despreciando las vanaglorias del mundo cumpla, con el fin para el que fui creado que es amar y servir a Dios para gozarle eternamente. Amén.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición:
Haz prodigioso San Martín,
que en desengaño profundo,
dando la mano al mundo
cumpla con mi último fin.

 

Oración a la Virgen María:
 

Dulcísima Reina de los ángeles y abogada de los pecadores, que continuamente ruegas por ellos, cual otra Ester, para desarmar la justicia del divino Asuero, y conseguirles el perdón de sus inquietudes; rogámoste, amada Madre, no nos desampares en ningún momento; si no que en todos los instantes de nuestra vida seas nuestro amparo, y la estrella que nos guié al puerto de la verdadera felicidad. Amén.

 

Oración para cada día de la novena:
 

¡Oh Glorioso Soldado Romano! Que fuiste de Dios escogido para cumplir el Don de la caridad, danos las fuerzas suficientes para superar las adversidades de nuestra vida para poder ser fieles en amor a Dios como tú lo fuiste.
Por las pruebas más grandes a que fuiste sometido por el señor, yo te pido de todo corazón me ayudes a combatir las miserias de mi casa para que reine la paz y la unidad en ella, para que Dios la habite como principal huésped; que la caridad de tu alma me siga por donde quiera que vaya y me proteja de las insidias del enemigo para que no caiga en pecado. Te ruego protejas mis trabajos para que por ellos dé gloria y alabanza a Dios y sirvan para el bien de mis hermanos; alcánzame de Dios la gracia de servicio siempre con alegría.
¡Oh San Martín Caballero, fiel misionero del Señor!, Líbrame de todos los males para que nunca me falte suficiente salud, trabajo, sustento de mi alma y sustento de mi cuerpo.

 

Segundo  día:
 

Limosnero sin igual; que caminando airosa y bizarramente (aún catecúmeno) te salió al en encuentro el pobre Ambiano, y sacando la espada dividiste tu capa para abrigar su desnudez; pero ¿cual fue tu recompensa? Ver la noche siguiente a Jesucristo en figura de pobre, cubierto con la media capa que habías dado, y oír de su misma boca estas dulces voces: “Martín, el catecúmeno, me dio esta vestidura”. Si tanto pudo la caridad y tanto mereció, ruégale al Señor nos comunique esta virtud, para que ejerciéndola con nuestro prójimo en esta vida, en el trance tremendo nos diga su majestad: ven para poseer mi reino, porque tuve hambre y me diste de comer, estaba desnudo y me vestiste.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Pues El mismo Dios premió,
Tu gran liberalidad,
Ruégale a éste nos conceda
Una ardiente caridad.

 

Tercer día:
 

¡Oh valeroso y fuerte soldado de la milicia de Jesucristo!, que militando las banderas del apóstata Juliano, después de haber conseguido por tu oración la victoria sin efusión de sangre, te pusiste bajo la dirección de San Hilario, Obispo de Potiers. Y recibidas las saludables aguas del bautismo, y rehusando tu humildad y virtud el sagrado orden de diacono te hiciste exorcista, y pasando a tu patria por revelación divina, sacaste a tus padres, del seno de la idolatría al verdadero camino de Jesucristo, mira, piadoso a esta pobrecita alma, que encenagado en sus pasiones desea volver al camino de la perfección: ruega por mí para que separado de los lazos de Satanás, siga a mi redentor. Amén.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Si a tus padres redujiste,
A la senda de verdad,
Haz que ahogando las pasiones,
Siga la perfecta humildad.

 

Cuarto día:
 

¡Oh esforzado y valiente atleta mártir por la fe!, pues por perseguir a los arrianos sufriste cárceles, azotes y destierros; y del pérfido Auxeracio ultrajaste y malos tratamientos; y retirado a un monasterio con tu maestro Hilario, tu fervorosa oración cual otro Eliseo resucitó a un catecúmeno el cual recibió el saludable baño del bautismo; fortalece, Santo mío, en mi espíritu una oración perfecta, para que no separándome de la presencia de Dios, lo agrade, y agradándole lo goce. Amén.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:

SI tu Oración consiguió
Que un muerto vida recobre
Quién tal gracia mereció
Haga en mi oración obre.

 

Quinto día:
 

Pacientísimo Martín, que hecho sacerdote del Señor y electo Obispo de Tours, por la aclamación del pueblo, llevando la virtud y milagros que obrabas, supiste juntar en tan alta dignidad  la acción de Marta con la contemplación de María, instruyendo a tu pueblo y viviendo todo en Dios, ejercitando la paciencia en los malos tratamientos, como lo hiciste con los soldados que furiosos por haberles espantado las cabalgaduras de su carroza al pasar tú, te maltrataron hasta dejarte por muerto; aunque el Seños castigo tal insulto haciendo quedasen inmobles: suplícote Santo  mío, intercedas para que el Señor me comunique el don de la paciencia para sufrir las adversidades y malos tratamientos, y amando a mis prójimos te acompañe en la celeste Jerusalén. Amén.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Si de Cristo has aprendido,
A sufrir con resistencia,
A sufrir con resistencia,
De fortaleza y paciencia

 

Sexto Día:
 

Fragante azucena: que por conservar ilesa tu virginidad, nunca quisiste acercarte a mujer alguna, y afligías continuamente tu cuerpo con ayunos y rigurosas penitencias, avergonzando a la carne y al demonio, haciendo confesar que eran pocas sus fuerzas para tu resistencia, mereciendo por tu pureza el recrear tus sentidos con la vista de un Pedro, de Tecla, Inés y la Reina de los Ángeles. Si tal favor recibes, ruégale a María Santísima me comunique el donde la castidad para presentarme limpio en la presencia de Dios. Amen.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Si la reina celestial,
Con su vista te recrea,
Tiempo es de pedir mercedes;
Haz que castidad posea.

 

Séptimo día:
 

Prudentísimo prelado: que lloraste tu culpa con copiosísima lágrimas, y por haber comunicado con algunos Obispos separados de la comunión de la Iglesia por dar gusto al emperador Maximino, hiciste rigurosas penitencias hasta que fuiste consolado por un ángel del Señor: suplícote llore continuamente tanto crimen cometido contra mi supremo Creador, para que llorando sea consolado en la celestial Sión. Amén.
Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Si el llorar te consiguió,
Por un ángel el perdón,
Has que llorando consiga,
Una grande contrición.

 

Octavo día:
 

Vigilantísimo Pastor: que gravado con el peso del trabajo, edad y achaques, te retiras al monasterio de Cordado para morir entre tus discípulos, más oyendo que exclamaban.
“¿Por qué nos desamparas, Padre? ¿a quién nos dejas desconsolados y afligidos?. Los lobos hambrientos devoran tu rebaño; bien sabes tus ansias por ver a, Cristo, mas tu premio está seguro; y por dilatarte un poco no se disminuirá; ten cuenta con nuestra necesidad, que quedamos en manifiesto peligro: más ¡Oh obediencia lo que puedes! ¡Oh amor al prójimo, lo que te cuesta! Que exclamas ¡Oh señor! Si todavía soy necesario a tu pueblo, no rehusó el trabajo, hágase tu voluntad. Pues favorece, Santo mío, a tus devotos, y dales resignación para cumplir la voluntad de Dios. Amén.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Si a cumplir la voluntad,
De Dios te hallas resignado,
Haz que se halle cumplida,
Y sea en esta aprovechado.

 

Noveno día:
 

Ya has llegado, Héroe incomparable, a recibir el premio de tus servicios; ya los espíritus celestiales bajan a recibir tu bendita alma con dulces y suaves cánticos; pero ¿Qué podré decirte? Te diré lo que el Turonense: “Que la alabanza de Martín, de Martín es aquel Señor a quien nunca dejó de alabar”. Si ya posees la gloria, mira y protege a tus devotos; cuida la Iglesia que esta en peligro; ampara a los príncipes cristianos, y abre esas liberales manos, que nunca han estado cerradas para protección de los hijos de Juan de Dios; ampara esta comunidad; y pues fuiste norma de prelados, dirige al suyo para que rigiendo a sus hijos por la verdades senda, le gocemos en la gloria. Amén.

Tres padres Nuestros y aves Marías y se hace la siguiente petición, junto con las oraciones del primer día:
Ya, Martín estas gozando,
De Dios la suma deidad;
Pues protege compasivo,
A la comunidad.



 

Otras Oraciones a San Martín:


¡Oh Dios! Que conoces muy bien las debilidades de nuestras fuerzas y que de ningún modo podemos subsistir sin  la acción providencial que conserva todo lo creado; concede benigno que seamos fortificados por la intercesión de tu confesor y sacerdote San Martín, contra todos los males que nos aquejan. Por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en unión del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh glorioso San Martín!, que desde pequeño no obstante que naciste y fuste educado en el paganismo, tus virtuosas inclinaciones te condujeron al conocimiento del verdadero Dios por esa temprana religiosidad te regamos que intercedas ante nuestro Señor Jesucristo, que sigamos los preceptos que con su vida y ejemplo nos vino a enseñar para conducirnos a la patria celestial, donde deseamos morar por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh bienaventurado y esclarecido Santo Patrono mío Señor San Martín!, que habiendo nacido en las tinieblas del paganismo, por haberlo permitido así la Divina Providencia para sus altos fines, con solo la luz de la razón y el auxilio de la gracia, conociste a Dios, saliendo de la infidelidad y remontándote como Águila por medio de la contemplación, para ver, conocer y adorar al Sol de Justicia, Jesucristo, hasta ser ilustrado e iluminado con la luz de la Fe. Por las grandes singulares prerrogativas que Dios te concedió al hacerte miembro del cuerpo místico de su iglesia elevándote después a la dignidad Episcopal. Por las grandes Virtudes y sublimes excelencias con que enriqueció tu bendita alma, y por la ardiente caridad en que se abraso tu corazón en esta vida amando a Dios y haciendo en todo su voluntad, te suplico que interpongas tu poderoso valimiento ante el trono del Altísimo para que nos alcances de Dios Nuestro Señor, Fe viva, esperanza firme, caridad fervorosa para que a imitación tuya, fortalecidos con el ejercicio de las virtudes, seamos fieles a la gracia, manteniendo una conciencia limpia, un exterior modesto, y una conversación edificante; para que con la observancia de la Ley Divina, el vencimiento de las pasiones y conformidad con la voluntad de Dios, como tú lo hiciste hasta los últimos momentos de tu vida, alcancemos el vivir santamente para tener una vida preciosa a los ojos de Dios e ir después a gozarle y glorificarle en la gloria. Amén.

San Martín caricativo. Que es de comprender que el que tiene mayor caridad es el mas santo y no sólo guiado por el amor al prójimo, no vacilaste en cortar tu capa y dar una mitad al pobre, por esa tu acción tan generosa, te rogamos pidas al Dios de los ejércitos inflame nuestros corazones con la mayor de las virtudes que es la caridad, a fin de que ejercitándola en esta vida, logremos ir a recibir el premio en la eterna. Amén.

¡Oh Martín Santo! Tú que quisiste ser el último y que tu humildad fue premiada con la jerarquía de Obispo, te pedimos que intercedas ante el Altísimo, para que nos conceda la humildad necesaria y conformidad con su voluntad, quien no se desdeño en nacer de una  pobre virgen para venirnos a enseñar el camino del cielo donde queremos verlo por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Martín Santo!, que por medio de la oración llegaste a conseguir de nuestro Divino Salvador gracias muy especiales, te pedimos nos consigas del mismo supremo Bien, gracias para que sepamos orar y oremos con perseverancia para el bien de nuestras almas y limpios de toda culpa, seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
 


 


Oración a San Martín Caballero:

  

¡Oh! glorioso soldado romano, que fuiste de Dios conferido al don de la caridad.
Por las pruebas más grandes a las que fuiste sometido por el señor, yo te pido que combatas la miseria de mi casa, que la caridad de tu alma, me siga por donde quiera que vaya.
Y que me dé suerte en los negocios.
¡Oh!, San Martín Caballero, del señor fiel misionero, líbrame de todo mal.
Para que nunca me falte, salud, trabajo y sustento. Amén.

 

 

 

 

 

Bienvenidos...

 

Esta pagina, esta pensada en usted, usted que día con día busca acercarse y mejorar su relación día con día con Dios; A efecto de mejorar tal relación, aquí encontrara unos prácticos consejos, para mejorarla con oraciones que le ayudaran en su petición; así como también, fotografías de algunos de los santos más milagrosos, que se encuentran en esta ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato.

 

 

Guanajuato, es una ciudad católica por convicción; en el año de 1557, Don Perafán de Ribera la bautizo como villa de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato.

 

 

Oficialmente fue fundada en 1570. En el año de 1741, Guanajuato recibió el  título de ciudad por el rey Felipe quinto de España.  Sin duda es, una tierra bendecida por Dios, pues no-solo hizo que las generosas entrañas de este sitio, compartieran sus bastas riquezas; Si no que a diferencia de otras ciudades, en un acto de gran amor, ha generado gran cantidad de milagros y múltiples favores, y con un gran numero de abogados, que nos sirven con su intercesión, para lograr alivio a nuestras penas terrenales, ya sea que estén dentro del municipio o que se veneren en algún municipio vecino.

 

 

El objetivo primordial es compartir, dándole a la vez a conocer al mundo, las bendiciones, de poder contar en esta ciudad, con milagrosos gestores de nuestras múltiples necesidades, ante Dios nuestro creador. A la vez, que deseamos darle al mundo una cara diferente, de la que hasta hoy se conoce; pues Guanajuato, no-solo es una ciudad minera, una ciudad con profundas raíces históricas y culturales, tierra enigmática de fabulosas historias, leyendas y consejas y un destino turístico de excelencia, sino que además y por si fuera poco, es una ciudad religiosa y creyente; la ciudad de “la santa fe”.

 

 

Por lo anterior, lo invitamos a explorar esta pagina, conocer y a disfrutar de este invaluable tesoro escondido de Guanajuato, que por demás esta decir, solo muy pocas ciudades en el mundo conocen...

 

 

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